Simple desahogo. Problemas de la gran ciudad. A veces ocurre. Nos vemos sumergidos, de repente, en un entramado de intereses. A los que por saturación ya no podemos responder.
Trabajo, relaciones personales, examenes. Todo a la vez. Un cambio. Decir ¡BASTA!.
La mente no puede con todo. Aunque queramos. Deshaogos inoportunos. Situaciones que parecen subrealistas. ¿Mi remedio? Escribir. Hace tiempo leí por ahí que la mejor manera de evadirse, era escribir. Tras un fracaso sentimental, era el caso. Pero qué más da. Sirve para todo. Un cuento para uno mismo. Tu realidad creada. Tu realidad perfecta. Por eso hay quién se hace escritor. O como simple desahogo.
Algo personal.
La filosofía y yo 